lunes, 24 de marzo de 2014

Mi turbia relación con Maiquel Llacson (el desenlace)

Viene de aquí (parte una)  ya vooooooooy no seáis impacientes!!!

…Nos citaron a las dos de la tarde, hora ya de por sí bastante sospechosa para que fuera un trabajo decente. Menos mal, que previendo contingencias anómalas, ya nos habíamos zampado varios comestibles regados de abundante cerveza alcanzando el grado de chisposillos sin llegar al de tambaleantes. “Hijo mío vayas donde vayas tu come bien primero que nunca se sabe” me aconsejaba mi sabio abuelo.

La despedida de casa ya había sido sublime. “Sobre todo no te metas en ningún follón, si alguien se quiere colar tu le dejas pasar que a estos conciertos va gente muy rara.” la Consuelo apreciando a Michael “Si te hace subir a la habitación y ves monedas en el suelo tu pasa, por menos de billete no te agaches y siempre vigilando la retaguardia.” Mis amigos apreciando a Michael “Oye si te pido una salchicha con doble de mostaza no te hagas el duro que te quiero mucho ¡eh salchicha man!” Lanueradelaconsuelo apreciando a su nuevo novio “Coco guagua coco gua gua cocococogua” Mi hermana.P6260589

Llegados al lugar de la cita, una zagala con dotes de mando, de la que solo recuerdo sus pechos inconmensurables, nos hizo “formar”. ¿Formar? pero si yo soy objetor por razones religiosas, dije. No seas susceptible que solo nos dicen que nos pongamos en fila, apunto mi amigo. En fin aquello parecía el ejército…pero de Pancho Villa. Y nos fueron separando más o menos por estatura en dos grupos. “A los pequeñicos os va a tocar la colica maiiiiquel, a los pequeñicos os va a tocar la colica maiiiiquel” decíamos con sorna a los del grupo de bajitos de al lado. “Hala va, guardad un poco de silencio que si no, no acabamos ni mañana”. Yo la verdad no sé como hicieron el casting pero no estábamos ni uno medio normal.

Ya formados nos empezaron a repartir camisetas y cual nuestra sorpresa cuando cada grupo tenía una inscripción en la espalda para definir el objetivo del valorado trabajo que se esparaba de nosotros. ¿Cuál era la de mi grupo? Habéis acertado “Ségurité” así como suena el chico de la Consuelo sería segurite, nada más y nada menos que ségurité de Michael. Con dos cojones!! P6260590 No se si por lo efluvios de las cervezas, a mi cabeza fueron viniendo recuerdos de héroes y seguratas míticos como los Kevincosner o los Brusguils, todos ellos librando feroz guerra contra las fuerzas del mal. Ya estaba a punto de levantar la mano para que me entregaran el pinganillo y las gafas espejadas, cuando la chica que mandaba nos dijo esa famosa frase que pone los pelos como escarpias a cualquier agente de seguridad que se precie “si alguno de seguridad quiere pasar a montaje y desmontaje que lo diga, pagamos el doble pero se sale más tarde”.

Y es en ese preciso momento cuando las dudas se agolpan en la cabeza de un hombre sensato e intachable como yo. ¿Qué preferiríais la gloria de salvar de un ataque chiita al rey del pop o darle al destornillador y dejarse llevar por la codicia del dinero? Como ya sé de vuestros principios y la fuerte convicción ética de la que hacéis gala, estoy seguro de que todos vosotros os hubierais inclinado por el dinero. Pero yo no, yo me miré a mi mismo y con el aplomo que solo da el verse llamado por el destino a un fin superior, di un valiente paso atrás y sacrifique el vil metal a cambio de ser recordado por la historia de la seguridad privada.

Una vez que la organizadora, había hecho su criba natural, al modo como lo hace la vida,  es decir ¿grandes o pequeños? ¿Trabajadores o vagos? el conjunto intersección grandes y vagos (diagramas de venn en el recuerdo preLogse) quedamos a disposición de las fuerzas de seguridad preparados para recibir las armas  antidisturbios que nos harían cargar sin reflexión contra cualquier ciudadano con apariencias de facineroso (todos llevamos un represor y un policía local dentro que puede salir en cualquier momento).

Muy bien chavales ahí tenéis vuestras herramientas de trabajo, dijo la pechugona. ¿gafas espejadas? ¿pinganillos? ¿defensas? ¿lunchacos? Pues no!! ¿Qué eran? unas mangueras y unos maravillosos cubos (u pozales) “Ey ey un poco de respeto, dije yo, no estoy dispuesto a golpear a nadie con estas armas preconstitucionales. Se tenía que notar mi formación jurídica.” ¿Golpear?, aquí no se golpea a nadie, vuestro trabajo es el de refrescar a la gente y disuadirles para que a nadie le de por saltar la valla, importante si alguien se desmaya se le saca por encima y se le lleva a la cruz roja, así de fácil…si alguien se pone tonto se llama a estos señores de aquí y veréis como se soluciona. Me giré y divisé a unos morlacos trajeados de metro noventaycinco y cientocincuenta kilos, con una cara de catador de vinagre que acojonaban solo de mirarlos.

A pesar de la denigrante redefinición de funciones y la carencia de gafas espejadas, lejos de decaer, mi alegría habitual aumentó ¿Regar al personal, fiesta de la camiseta mojada? mmmm me gusta, nos lo vamos a pasar bien, pensé…y encima cinco mil pesetillas.

Cada uno a sus puestos…En la ubicación tuve suerte y me toco en una especie de pasillo que se metía desde el escenario entre el publico, de esto se derivarían dos consecuencias buenas: primera que podría ver la mayoría del concierto aunque fuera de lado y segunda e importante que en ningún momento le daría la espalda a Michael preservando de esta forma mi integridad sexual. Así que enfundados en nuestras indumentarias y ataviados con nuestras armas acuáticas antidisturbios ocupamos nuestros puestos.

La apertura de puertas fue de lo más espectacular que he visto en mi vida. Los organizadores contaron hasta diez y tras el conteo vi una masa enfurecida que salía de los vomitorios y corría hacia nosotros, como abuelas en rebajas, para pillar los mejores puestos. Delante de nosotros tomó sitio un colectivo de zagales de Albacete, que me imagino despojados de navajas e instrumentos cortantes propios de su localidad, nos comentaron que llevaban cuatro días esperando en la puerta. Mandan Guebos!

Tras un breve repaso al personal masculino y femenino del grupo, deduje dos cosas: una que tenían menos peligro que el frutero de barrio sésamo y segundo que el personal femenino consideradas en suma y valoradas como colectivo llegaban con dificultad al 1.25 de puntuación conjunta. Esto último, hizo que mi visión del premio camiseta mojada decayera estrepitosamente y que no previera otro aliciente más allá que escuchar al desteñido y ver sus bailoteos de chiquitistán. En tanto empezaba el concierto (un par de horas de espera nada menos) remojamos varias veces al personal más por chanza que por procacidad dada la precariedad estética antedicha, y departimos amigablemente con el club de fans castellanomanchegos, en un remanso de paz y amor. Grave error

Esas almas cándidas albaceteñas mudaron en bestias desbocadas al apagarse las luces y aparecer un cohete con nuestro amigo el descolorido maiquel dentro. Querían saltar, estaban como cabras,¿se habían metido un chute? hicimos cadeneta para hacernos fuertes, un fotógrafo que se había escondido para hacer fotos mas cerca, recibió una mano de hostias de uno de los grandotes para hacerle desistir de su  ilegal iniciativa y de repente una moza se desvaneció creo que de emoción… todo esto al mismo tiempo ante nuestra estupefacción repentina como seguratas amateurs que éramos. Joder, si vamos a tener que trabajar se avisa antes!!

La cosa no llegó a mayores y como pasa habitualmente en todos los aspectos de la vida, tras la pasión inicial luego se llega al misionerismo mental y al sosiego borracho de monotonía y vimos el concierto sin más incidencia que algún apercibimiento conminatorio a algún/a exaltado…

… bueno, y el pequeño incidente con la desvanecida que al ser transportada a la cruz roja tropezamos con la manguera y se nos fue al suelo recobrando súbitamente el conocimiento y regresando a su lugar de origen previa mención a nuestros progenitores.

Al finalizar cometí uno de los errores habituales de mi vida que es el dejarme llevar por la emoción sin reflexionar, ya que un joven albaceteño me ofreció diez mil pesetucas (diez mil) por mi camiseta de segurité y yo renuncié en pos de tener un recuerdo indeleble de aquel día y una prueba irrefutable de mi heroica actuación por si alguien no se lo creyera en un futuro como seguro que hubierais hecho vosotros malvados lectores.

Pues esto, esto es todo amigos… ya podéis contar a vuestros nietos que el chico de la consuelo además de salir en la Historia de Aragón, dar la mano a dictadores latino americanos y ver cortar un rabo en la Maestranza también fue guardaespaldas de Maiquel Llacson y todo ello con la sencillez y modestia que me caracterizan.

Documento anexo:

miércoles, 19 de marzo de 2014

MI OSCURA RELACION CON MICHAEL JACKSON (PARTE PRIMERA)

Frisaría el año 96 del siglo pasado cuando un cantante de color turbio y hábitos más oscuros que el color de su piel, dio con sus huesos en esta orilla del Missisipi. De nombre se llamaba Michael y era famoso, entre otras cosas, por saberse predecesor de Chiquito de la Calzada y por hacer una versión preconstitucional de lo que más tarde sería Walking Dead (algunos también la comparan con los zombis vestidos de blanco y pantalones cortos que salen cada domingo por La Romareda, pero esa es otra historia).michael-jackson
Por aquel entonces un servidor, lo digo sin intención de provocar desmayos en las ávidas lectoras de este blog, hacía gala de hechuras fornidas y bien distribuidas; y gozaba de un cuerpo que podríamos llamar de armario ropero (no confundir con el tipo cómoda o trinchante que luzco ahora), ya que por aquel entonces todavía daba sus últimos alientos mi “vida deportiva de elite”  tan llena de adicciones como vacía de triunfos.
Esta complexión que me era propia, llevaba consigo desventajas como la necesidad de llenar mi cuerpo con cantidades ingentes de viandas y fermentados, léase cerveza, pero la ventaja de ser bastante útil para disuadir malhechores y seres indeseables del entorno, aun contando con mi escasa proclividad a hacer uso de la intimidación dado mi carácter apacible y sosegado que siempre prefiere solucionar los problemas con jarras que a botellazos.
Pues en estás nos encontrábamos cuando recibo la llamada de un colega de Universidad que me pregunta si querría ver al tal Jackson en directo. Ya sabéis que de entrada me apunto a todo (así me va) pero dado que mi última experiencia había sido el concierto de Tina Turner, le dije que no estaba dispuesto a gastarme otra vez varios miles de pesetillas para al final no conseguir saber ni siquiera quien canta. (Todo viene porque del concierto de Tina Turner solo recuerdo  la tajada de martíni rojo con cocacola que me pille, en fin que igual me dio ver a Tina Turner que a Teresa Rabal, lo que no obsta para que me lo pasara de puta madre,aunque igual hubiera sido estar sentado en un parque y me hubiera salido más barato).
- Que no tío, que no lo has entendido, ¿que si quieres ir a verlo y trabajar allí y que encima te paguen?
- Qué me dices?? Si me pagan, dada mi catastrófica economía (por entonces  conocía cada una de mis pesetas por sus nombres y apellidos) soy capaz de verme hasta un concierto de Sergio Dalma sin pestañear. Bueno, y que hay que hacer?
- Pues la verdad no lo he preguntado?
- Que no lo has preguntado????? Bueno da igual y si pagan apúntame.
Y a partir de entonces se abrió la veda del cachondeo popular. Mis amigos siempre dados a buscar la más escabrosa de las opciones (no sé pa que les cuento las cosas), apostaban porque michael, dado mi aspecto barbilampiño y aniñado, me llevara a ver sus instalaciones de Neverland y me enseñara juguetitos en su habitación. Mi recién estrenada novia (y actual esposa) ya manifestó su maldad (tendría que haber aprendido) y me supuso grasiento en la barra del bar donde hacían las salchichas metiendo perritos calientes en salsa de tomate (imagen salchichera que igual remite a alguna lubricidad de sus subconsciente que todavía no he sabido identificar), una madre es una madre y la Consuelo, previa bronca por meterme en todos los líos sin preguntar, apostaba porque estuviera cortando entradas en la puerta con una gorra de plato algo peor su simpática hija osea mi supuesta hermana, que me veía de hombre anuncio o metido en un muñeco gigante de Gallina Caponata atrayendo a los niños al espectáculo del procaz desteñido.
¿Y qué pasó?
A ver se admiten apuestas y en unos días damos la solución y el final de la historia.