lunes, 28 de enero de 2013

¿Existe una Generación X en España? entre los mileuristas y los ramoncines.

Me he encontrado casi sin querer con dos recortes viejos de prensa, quizá tres si sumamos un blog desaparecido, que me han gustado sobre la Generación X en España. Una generación que bautizada de distintas maneras, responde según los autores a los principios de incredulidad, cinismo y consumismo. Es la generación que en España nace en los años 70 y llega hasta los que cumplen este año  los 40 (pero vamos, que como casi siempre los años son lo de menos y lo importante son los rasgos de pensamiento).
El primer artículo es de El País y se llama La generación Peter Pan, el segundo texto es de la Revista de letras que creo que es de La Vanguardia “Generación X generación dormida” (Os copio un párrafo que me gusta especialmente. Y finalmente el artículo “Generación X entre mileuristas y ramoncines” que no puedo poner el enlace porque lo bajé de un blog que creo ha desaparecido, os copio los párrafos que saqué de un artículo que recuerdo mucho más largo.
La música es de un grupo desconocido que me encanta desde que lo escuché por primera vez y yo creo que le pega al tema que tratamos (alguna vez recuerdo haberlo enlazado ya): Son Los Ginkas y un spinn off del mismo que se llaman Las Kasettes, sé que son navarros/as …si alguno de los seguidores navarros sabe algo más de ellos encantado que lo compartan, porque yo no tengo mas idea. Y la verdad es que tocan de miedo.
Generación X, generación dormida: “Tras el fracaso de la izquierda americana en los sesenta, ciertas élites abandonaron la lucha política y se refugiaron en el hedonismo y el cinismo del consumismo. Se suponía que el mercado iba a darle a todo el mundo lo que necesitaba”. Pero no fue así, o al menos, no para sus hijos, que veían como, cuanto más se asentaba el Estado de Bienestar más vacío estaba todo de sentido y más aburrida resultaba una vida en la que, si bien el estómago estaba siempre lleno, el espíritu se moría de hambre. Los hijos de los hippies soñaban con su propio Woodstock y su Verano del Amor, pero ya no eran tan inocentes como lo habían sido sus padres; no querían cambiar el Mundo, sólo querían que los dejaran en paz; que no les obligaran a encajar en un sistema en el que no creían.
La generación entre los ramoncines y los mileuristas:

En España hay una gente a mitad de camino entre los Ramoncines y los mileuristas. Son incrédulos, cínicos; más rebeldes que revolucionarios y de profesión tocadores de cojones… sobre todo de sus hermanos mayores. No les pueden soportar sus mierda lecciones sobre una supuesta revolución que hicieron en los 70 y que nadie ha visto, ni que crean haber inventado la libertad por haber hecho canciones irreverentes, enseñar las tetas en público y cargarse en los curas en medio de la transición.

Sin embargo, no son más generosos con sus hermanos pequeños los mileuristas, a quienes acusan de quejicas, de llorones y de estar más preocupados en salvar a los negritos de una ONG que de currar como dios manda; les acusan de estar más preocupados del cuanto cobran más que del porqué lo cobran. No soportan de ellos su borrachera de derechos y su resaca de deberes, como si la sociedad les debiera algo por haber gastado siete años de sus vidas en la Universidad más seis meses de Erasmus. Como si solo por enseñar su titulo de “generación mejor formada de la historia” fuera suficiente para no tener que tragar los rabos que han tenido que tragar ellos para llegar a ser dosmileuristas.

Ante esta fatalidad social, esta generación de entretiempo se ha instalado en el cinismo que supone criticar el entorno, pero no renunciar a nada del consumismo que representa la misma sociedad que critican: sus vicios con teclas, su Mazinger zeta de 300 euros, sus vinilos a precio de oro, sus juegos atari en el ipad y su tele de 50 pulgadas para ver la versión remasterizada de la Casa de la Pradera y del mono Amedio.

El problema es que no quieren cambiar el mundo, no se alistan a los ismos culturales ni políticos… y es más, la mayoría de las veces se cachondean de ellos en sus blogs con la maldad más acerada. No es que no crean en la solidaridad mundial, la defensa de la patria ni el nacionalismo; no es que no crean en la alianza de civilizaciones, las banderas, ni en la lucha por la salvación de las minorías; en lo que no creen es en que la lucha de los particulares sea capaz de dinamitar la burguesía y el poder establecidos.Y como no son capaces de derrotarlos lo que hacen es convivir con ellos de una manera cínica. Currar curran como los que más pero con el único objetivo de ganar un buen sueldo que les dé para pagar sus vicios electrónicos,sus libros, sus viajes, su cultura particular, individual, independiente, ¿Indie?, fuera de circuito; una cultura a la que le dan mucho valor y a la que por ello no quieren dar más trascendencia que compartirla en tertulias minoritarias y blogs o revistas poco visitadas al margen de editoriales y columnas de periódicos globales.

martes, 22 de enero de 2013

Estoy aprendiendo guitarra: Avances

Los que no me conozcáis pensareis que ya he abandonado el propósito que me hice hace unos meses (¿años ya?) de tocar la guitarra. Eso es porque no me conocéis, ni conocéis  lo tozudo que puedo llegar a ser. Si digo que tocaré la guitarra, puedo tardar un año o cinco años… pero tocaré la guitarra.Y la verdad es que con mi nuevo profe, a la sazón profe de mi niño de piano y brillante músico local , esto va empezando a encauzarse. No diré que se empieza a oír decentemente (sería mentira) pero la cosa va sonando.
Como fan número uno tengo a mi amigo JM, ya sabéis… mi amigo el vasco que abominaba de la borraja, el ternasco y el heraldo. Que dice algo así como que “tocar, tocas mal, pero alucino de lo bien que llevas el ritmo, tu terminarás tocando” que realmente no sé si es un halago o se está choteando de mi… JM manifiéstate.
Como fan dos: Mi amigo el Doctor F también famoso en estas páginas por capítulos como el de “hoy me siento desigual”, F es un músico, además de excelente médico que soporta estoicamente mis hipocondrias). Tiene tropecientos cursos de piano, armonía y demás exquisiteces y como pago a ciertas colaboraciones en la fundación que preside me regala, con una fe que mueve montañas, libros de partituras para niños en la onírica pretensión de que algún día haga de payaso musical  en su fundación (El payaso lo suelo hacer de habitual).
Después tengo detractores como la nuera de la consuelo “chico ¿siempre tienes que tocar las mismas canciones?…¿por qué no te vas a casa de tu madre y cuando las tengas muy ensayadas me das ya un recital?… menos tocar la guitarra y mas fregar los platos”
Otra crítica: La chica de la consuelo, también malvada vecina de medianil,que no mejora la opinión… “Ayer estaban tus críos tocando la guitarra ¿no? que majicos, sonaba mal pero lo que se divertían… “estooooo… es que era yo… ´Que va no puede ser, tu llevas ya nueve meses y algo tienes que haber aprendido… que no, que no, que eran ellos”
La verdad es que hay gente que no me está ayudando nada de nada…por ejemplo la señora de Viveiro que sostiene haber sido (antes de conocer a nuestro amigo gonzalito, claro) una solista y admirada guitarrista, pero que cuando le pedí las partituras…curiosamente las acababa de tirar a la basura…(me huele mal y un poco a mentirijilla para fardar delante de Viveiro). También le invito a que se manifieste.
Y como ya sabéis todos de mi delicado gusto musical, os preguntareis ¿qué tocará el chico de la consuelo?, ¿Que arpegios acunarán la luna en sus noches en vela?… pues he decidido poneros una recopilación de  las coplillas en las que mis adelantos son más evidentes.
Chicos imaginaos en la noche trémula bajo la ventana de vuestra amada….Chicas, dejad volar vuestra húmeda imaginación noctámbula y apoyaros en vuestro alfeizar mientras suenan estas bellas sonatillas que os vengo a rondar:
Era un gato grande
La canción de la vacuna

Nere Herriko

Alfonsina y el mar
La flor de la canela
A callejear (Labordeta)
Pon tu mano

domingo, 20 de enero de 2013

Fotos: Que nos ahogamos !!

Paseo con los peques

viendo el Ebro comerse la riberas

la noche comerse la tarde

y las sombras comerse El pilar.

 IMG_0759 IMG_0760 IMG_0761 IMG_0774 IMG_0783 IMG_0789

IMG_0790 IMG_0792

IMG_0802

jueves, 17 de enero de 2013

El animal moribundo. Philip Roth El polvo y el tiempo

Como de costumbre, siento cierto reparo en comentar cuando un libro traducido es bueno o malo, ya que nunca sé si hablo del escritor o del traductor. Quizá por eso es raro que, como en este caso, comente libros de autores extranjeros. philip
Al Animal moribundo, llegué porque mis admirados amigos del club de los gafotas tuitearon que tenía poco más de cien páginas y como ya sabéis que las mil doscientas páginas, es mas o menos el rito iniciático de los gafotas; aproveché este relajo en el rigor, para echar instancia al gafotismo de una manera facilona. Así que, sin más dilación, me puse a leer el librico y la verdad, me lo zampé en dos sentadas.
Tras leer las sabias críticas de los titulares del club podemos decir como resumen que lo han visto como “sordido”, “desordenado”, “sexo insipido” y personaje odioso… !! pa que narices lo elegisteis entonces majetes!!!... +
veamos lo que pienso yo:
1-.La sordidez: Sostienen mis amigos  que es un libro sórdido, ND lo explicita en una cita menstrual. Yo creo que lo sórdido está en la poca gracia de cómo lo cuenta Roth, la misma escena en Cuando la noche obliga de Montero Glez (recientemente comentado) toma unos rasgos poéticos que gusta incluso a un chico recatado y de colegio opusiano como yo.
2-.Desorden: El libro es un monologo y los monólogos tienen o deben tener, el arte de contar de una manera desordenada y al final dar sentido a la historia, y eso no es fácil… Sin darle muchas vueltas se me ocurren Cinco horas con Mario, El último encuentro de Sandor Marai o la virgen de los sicarios tantas veces citada aquí, como ejemplos de monologos y diatribas exitosos. El problema es que en el Animal moribundo el núcleo argumental tiene poquica sustancia y entonces el tempo del libro se hace cansino, pero es porque está mal escrito, no solo por lo desordenado.
3-.Sexo soso Llegados a este punto me viene a la cabeza la frase de mi tio el libanés “estamos tan acostumbrados a hacer de todo que ya no nos sorprendemos de nada” y me viene, porque escribir de sexo muchas páginas y de manera original lo veo complicadísimo (otra cosa es un polvete suelto al hilo del guión que es mas fácil), me cuesta recordar un libro monosexuado que me haya gustado…quizás Anais Nin y “Delta de Venus” pero poquico más. El animal moribundo en algunos casos tiene pinta de una biografía a través del polvo…hay gente que escribe la biografía a través de los libros que ha leído, de películas que ha visto o los viajes que recuerda pues aquí es una biografía a través de los polvos que ha echado.“No importa cuánto sepas, no importa cuánto pienses, no importa cuánto maquines, finjas y planees, no estás por encima del sexo. Es un juego muy arriesgado. Uno no tendría dos tercios de los problemas que tiene si no corriera el albur de la jodienda. El sexo es lo que desordena nuestras vidas normalmente ordenadas”.
4-.El odioso personaje. En este punto no dejo de acordarme de mi amigo el periodista deportivo Bascombe (debe ser también por que la gafotas Bich, lo ha venido citando durante todo este tiempo). Gente sin compromiso y que solo habla con los vecinos por encima del seto. te faltaron redaños para permanecer en el mundo académico y ser una persona seria. No has sido serio ni un solo día de tu vida. Sin embargo Bascombe, con todo lo cretino y superficial que es, casi nunca adopta ínfulas de trascendente… en tanto que el aguelete este, dicta cátedra desde su púlpito del sesenta y nueve (entiendase año y no postura). Y enlazo aquí con lo que a mi entender es el verdadero núcleo del libro
5-.El mito del sesenta y nueve y su revolución. Si la primera parte del siglo XX giró en torno a la palito palito guerra mundial, la segunda ha girado, en mi opinión, en torno al mito del 69 y de la generación que presuntamente la lideró para salvarnos.-En el otro lado están  los que la han (hemos) despellejado como una de las farsas contemporáneas más grandilocuentes. Intentaba excusarte, intentaba comprenderte. Pero ¿los años sesenta? Aquella explosión de infantilismo, aquella regresión colectiva vulgar e insensata… ¿y eso lo explica y excusa todo? ¿No se te ocurre una coartada mejor?
Son esos defensores del 69 los que adoptan una posición de superioridad con sus padres y al mismo tiempo un desprecio hacia sus hijos…ellos son guardianes de la vida libertaria y los demás son todos unos idiotas y conservadores… ¿También tú necesitas el sermón sobre el infantilismo del emparejamiento? Pues claro que es infantil. La vida familiar lo es, hoy más que nunca, cuando la actitud vital la crean en gran parte los hijos. Incluso es peor cuando no hay hijos. La vida de pareja y la vida familiar hacen que aflore cuanto hay de infantil en cada uno de los involucrados. ¿Por qué tienen que dormir en la misma cama una noche tras otra? ¿Por qué tienen que hablarse por teléfono cinco veces al día? ¿Por qué han de estar siempre juntos? La deferencia forzada es ciertamente infantil.
6-.El paso del tiempo. Este es a mi modo de ver, la mejor reflexión que saco del libro: el tiempo. Ese tiempo que corre de manera distinta para los que están en estados Unidos y los que están en la isla; el tiempo que corre distinto para los jóvenes que para los viejos, los polvos de juventud y los polvos de la edad tardía, la alteración del tiempo del que sabe que va a morir por enfermedad y el que se va viendo envejecer. Esa bronca que le echa a su hijo por desaprovechar su tiempo, el tiempo del joder libertario y sin compromiso.
Estamos nadando, sumergidos en el tiempo, hasta que al final nos ahogamos y desaparecemos. Esta nadería convertida en un gran acontecimiento, mientras Consuelo está aquí y padece el mayor acontecimiento de su vida. El Gran Final, aunque nadie sabe el final de qué, si es algo, y desde luego nadie sabe qué es lo que comienza.
Sólo Consuelo lo sabe, porque ahora Consuelo conoce la herida de la edad. Envejecer es inimaginable excepto para quien envejece, pero esto ya no es así para Consuelo. Ella no mide ya el tiempo como los jóvenes, mirando atrás, al punto de partida. El tiempo para los jóvenes siempre está constituido por lo pasado, pero en el caso de Consuelo el tiempo es ahora el futuro que le queda, y ella no cree tener ninguno. Ahora mide el tiempo contando hacia delante, contando el tiempo por la proximidad de la muerte. La ilusión se ha roto, la ilusión metronómica, el pensamiento consolador de que, tictac, todo sucede a su debido tiempo. Su sentido del tiempo es ahora el mismo que yo tengo, acelerado e incluso más desesperanzado que el mío. De hecho, se me ha adelantado. Porque yo aún puedo decirme: «No voy a morir durante cinco años, tal vez diez años. Estoy en forma, me siento bien, incluso podría vivir veinte más», mientras que ella…
El cuento de hadas más encantador de la infancia es el de que todo sucede en orden. Tus abuelos se van mucho antes que tus padres y éstos mucho antes que tú. Si tienes suerte, las cosas pueden salirte así, la gente envejeciendo y muriendo en orden, de modo que en el funeral mitigas tu dolor pensando que esa persona ha tenido una larga vida. Ese pensamiento no hace que la extinción sea menos monstruosa, pero es el truco que empleamos para conservar intacta la ilusión metronómica y tener a raya la tortura del tiempo:
Fuera cual fuese el motivo, él no gastará un centavo en ello. No dedicará un minuto a pensar en ello. ¿Por qué habría de interesarse Castro, el revolucionario, por un festejo que nos da la sensación de que comprendemos algo que no comprendemos? El paso del tiempo.
7-.Resumiendo:
a) Roth usa una biografia con polvos como hitos, “mi biografia a través de la jodienda” para contar otras cosas, pero lo cuenta mal, lento, el sexo resulta soso y con unas pretensiones de transgresión y de sordidez que a mi entender en ningún momento alcanza el más mínimo interés y están más cerca de la cutrez.
b) Es interesante esa lucha generacional entre padre y el hijo, ¿cómo no? a través de una comparativa ridícula de quien folla más satisfactoriamente y quien le ha puesto a su mujer los cuernos con más gracia. Pero bueno, es salvable ver como el hijo apalea a esos estandartes de la revolución sexual del padre que decaen al pozo de lo ridiculo. Y como a su vez el padre machaca al hijo con esa manera pusilanime y culpable de liberarse del matrimonio.
c) A mi la última parte si que me ha gustado, esa posición del último de la fila que va cambiando a lo largo del libro. Ese Castro que no muere antes que sus opositores, esa joven que no muere antes que los viejos, el querer aferrarse a la memoria para no olvidar como era antes su cuerpo. El querer aferrarse al fornicio para no reconocer el envejecimiento, la renuncia a cualquier compromiso que le ate al discurrir del tiempo.

miércoles, 9 de enero de 2013

Montero Glez Cuando la noche obliga. Un chupito del mejor güisqui a palo seco.


Hay un momento de despiste en el que entra una mano
seca,dura,irrebatible
al rostro...
el boxeador va hacia atrás123918073_amazoncom-cuando-la-noche-obliga-when-the-night-
sin saber siquiera por donde le ha entrado
desarma la guardia
y tras la primera, una tras otra
le van lloviendo una serie de golpes seguidos
que le dejan grogui en la lona.
Eso me ha pasado en la biblio
cuando perdiendo el tiempo
antes de buscar a los críos
he abierto y leído las primeras páginas de
Cuando la noche obliga
de Montero Glez
Empezar diciendo que Cuando la noche obliga de Montero Glez es un libro difícil de leer, aunque sea cierto, es una pedantería fuera de tono; como si os dijera que yo soy muy listo porque lo he leído y me ha gustado muchísimo (pero muchísimo) y como si insultara a todos los que no les ha gustado.
Pero es que es cierto: estamos hablando de otra cosa, es cierto que estamos demasiado acostumbrados a un modo lineal de contar historias, quizá porque eso nos permite despistarnos y dejar la cabeza leer en inercia y es cierto también que así no hay manera de leer a Montero Glez. Este libro se lee de noche y se degusta en soledad, con una copa cargada de alcohol y recuerdos de polvos pecaminosos. (Y si no los ha tenido, haga como Luisardo invénteselos, pichita)
Hasta ahora, Conversación en la catedral o La fiesta del chivo eran mis genialidades en desordenado favoritas, incluso Mazurca para dos muertos de Cela; Fernando Vallejo también vomita frases rasgadas, agolpadas y contundentes en la Virgen de los Sicarios, o Cabrera Infante de una manera más merengosa en Habana para un infante difunto. En algunas reseñas que he leído se habla de Bukowski, pero yo creo que no… tampoco es el estilo pestilente (y genial) de Ray Pollock…porque en Montero hay poesía, mucha poesía, palabras elegidas para darte en el rostro con violencia y al mismo tiempo acariciarte con la palma de la dulzura …comento esto no para parecer el más gafotas de los gafotas sino para pintaros o intentar pintaros como escribe Montero Glez, que por peculiar es de lo más distinto que he leído hace mucho.
Cada frase es un chupito de burbon o absenta a palo seco que te abrasa la garganta y al tiempo, te endulza el corazón y las frustraciones. Describe polvos sórdidos de puticlub, con la fuerza de cada palabra descarnada y al mismo tiempo con la misma erótica acaramelada que describiría a dos amantes follando en la playa al atardecer.
Cada frase se pinta en escorzo, el argumento se va inventando sobre la marcha, porque el libro es una conversación entre dos cuentistas, dos mentirosos compulsivos que no dudan en echar mano de la inventiva cuando la realidad no les gusta. Es como esas historias al alimón en el que uno dice una frase y el otro sigue el hilo tomando la vez y así sucesivamente.
Cuando la noche obliga es una novela negra, de muertes, de putas, de asesinos a sueldo, de burdeles de carretera y bujarras sodomizados por moritos descapullados; persecuciones, perseguidos, felaciones baratas y chantajes onerosos. Pero también de sueños relanzados por el viento de Tarifa y los cafes de lo viejo en Madrid.
Con Montero Glez se descubre un nuevo idioma, un idioma que estás seguro que nunca llegaras a  poder practicar, un idioma sin complejos ni concesiones al despiste o la indiferencia. Es un libro que al terminar, te deja sentado en el rincón con la cara magullada, sangrando por las narices pero con una estúpida sonrisa en la boca como diciendo !!Pero como escribe este hijoputa!!

PS-. Post sobre Polvora negra de Montero Glez

jueves, 3 de enero de 2013

Mi Tarrés y mi Serrat


Todavía no les he hablado nada de Tarrés,
no vale la pena hablar demasiado de él …
pero alguna cosa habrá que contar…
Tarrés tiene un bar, un boliche,
donde se bebe todo lo que gana;
Tarres viene a ser el doble de Serrat,
su alter ego, su palíndromo, su otro yo
ese otro yo que todos tenemos .
(ese otro yo que su siquiatra
le dice que usted tiene también señora),
ese otro que siempre está del otro lado de uno
sea cual sea el lado en el que uno se encuentra…
pues ese es Tarrés…
en fin, de momento quedemos así
quedemos en que todos tenemos un doble
todos tenemos otro yo
ustedes tienen el suyo y Serrat tiene a Tarrés.
(…)
por mas que que Tarres vaya por ahí diciendo,
que realmente Serrat es el doble de él.
Joan Manuel Serrat
Teatro Gran Rex de Buenos Aires, Argentina, en el año 2000.

Gracias al Hermano E, ingeniero, montañero y fotógrafo  de nubes
por descubrirme estas palabras,
del gran genio Serrat
(que le hayan dado el Príncipe de Asturias a Cohen antes que a Serrat
demuestra que en este país la imbecilidad como la crisis
todavía no ha tocado fondo)