viernes, 30 de noviembre de 2012

Diez medidas infalibles para ser feliz


1-.Escucha sólo Onda melodía. Se acabaron las tertulias de mire usted, el yo opino de que y el déjeme terminar el argumento que yo le he dejado terminar el suyo…directamente y sin complejos “Queridos tertulianos váyanse todos a la mierda.” no me van a amargar el viaje al cole con mis niños. Onda melodía es la cadena ideal para escuchar en el coche por la mañana. “Papa me gusta más esto que cuando hablaban los señores”
2-.No salgas a tomar café en el trabajo. Si no te apetece no salgas… no es ninguna obligación. Al principio te echan en falta, te ponen a parir en tu ausencia y se ríen de tu blog en comandita… pero luego ni se acuerdan de ti. Muerte al radio pasillo!!!!!, si me van a echar ya me lo dirán, pero por favor no me vengas con cotilleos…no me interesan. Si cierran la empresa, nos buscaremos otra, pero dejadme en paz con vuestros vaticinios del todo a cien.
3-.Escucha a tus hijos sus historias, no te empeñes en que te cuenten cómo les ha ido el colegio. Si no te lo cuentan es porque no les da la gana.¿Te preguntan ellos todos los días cómo te ha ido el trabajo? …No!!!!,..pues eso. Es una terapia infalible contra el estrés participar en sus preocupaciones...¿papa quién corre más calamardo o perry el ornitorrinco…es que mi amiga martita no lo sabe y yo les he dicho que tu seguro que lo sabias. Sin ninguna duda calamardo ¿Y por qué? y ahí se inicia un debate trascendente que la exigencia de los argumentos a utilizar te hará olvidar cualquier otra cosa. Yo es que soy muy de Calamardo, Perry me parece un lerdo con ese ruidito gilipollas que hace.
4-. Ten preparada una chorrada si alguien te pregunta ¿qué tal estás? por ejemplo estoy bastante bueno pero he perdido mucho. Para mi edad no estoy mal. Un poco gordo, pero no se me nota… Cuanto más importante sea la persona que pregunta más gorda debe ser la chorrada. La gente solo pregunta para que les digas que regular o que vamos tirando…si les contestas una parida…al principio piensan que les estás tomando el pelo, pero cuando descubren que efectivamente les estás tomando el pelo se echan a reír.
5-. No discutas con un idiota. Desgasta muchísimo. Decía mi tío el libanés que “no enseñes a cantar al cerdo porque perderás el tiempo y cabrearás al animal” Gastamos muchísimo tiempo en hacer comprender cosas obvias a gente que no da para mas… También decía mi tio otra frase que es esa de que “no achaques a la maldad lo que puede explicar la idiotez”. No es que lo haya hecho para fastidiarte simplemente es que es lelo
6-.Suscríbete al canal Viajar. Los programas de chinos (bueno, asiáticos en general) son una terapia infalible contra la preocupación. Antes estaban bien los documentales de elefantes marinos fornicando pero después de haber visto todo el Kamasutra foquil pierden su interés. En caso de economía escasa, os recomiendo el “extremeños por el mundo” donde puedes ver al zagal de la Maria al que todos quitabais el bocata de mortadela en el patio y se lo tirabais al charco… que se ha convertido en comunity manager en las Seychelles y se ha ligado a una pureta holandesa que le paga casa con mucama y cochazo en la puerta. Te da envidia, es cierto, pero piensas si este pavo ha llegado, yo también podría si quisiera.
7-. Cuando te emborraches con los amigos pota y vete a casa pero no les des la murga hablando de política y de la crisis. En la borrachera, todos hemos incurrido en delitos varios que se pueden perdonar: la amistad confusa con gente del mismo sexo, cánticos de canciones de andy y lucas, insultos al clero y a Belloch, desordenes en el gusto, puntuación alta a cardos borriqueros …pero nunca…lease nunca…dar la murga con discursos sobre cómo solucionar la crisis.
8-.Hazte del Atleti. (En estados carenciales máximos, compagínalo con ser del Zaragoza) Ese regodeo en el sufrimiento imprime carácter y te vas fortaleciendo como persona humana y como hijo de dios. Además este año puedes meterte con los del segundo equipo de la capital con total impunidad y garantía. Lo del barça ni mentarlo, en algunas ocasiones me gustaria convertirme en Mourinho y meterle el dedo en el ojo al pavisoso de entrenador que tienen.
9-. Siempre que puedas (y te dejen) echa un casquete. Señoras, no es una cuestión de apetecer o no. Si hay que hacerlo hay que hacerlo. Sin embargo en este punto nunca hay que olvidar dos principios que me dijo mi susodicho y requetementado tio libanés “las pajas tienen mala prensa pero hacen su papel” segundo “hay pajas que solucionan una noche y polvos que joden una vida” así que ojito con meter la pata.
10-. Si falla todo lo anterior móntate un blog…. Y sobre todo escribe de paridas como esta.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Mara Torres. La vida imaginaria. Crítica y dedicatoria de una finalista del Planeta 2012.

Mira que siento decirte esto Mara, pero van a pelar tu libro, te lo van a machacar sin misericordia como hicieron el otro día en el Babelia cuando lo describieron como un “intercambio cansino de banalidades y lugares comunes que en conjunto hacen que esta novela tenga el estilo y el ambiente de peluquería rancia”.
A mi ya me gustaría sacarte la cara, con lo amable que fuiste cuando nos conocimos en la tienda del triangulico verde… incluso a instancias del amigo Silva me mentiste con cariño diciendo que te pasarías por mi blog… y yo, claro, me quedé enganchado a tu mirada (pufffffffffff) mientras me dedicabas el libro. Te juro que me hubiera gustado defenderte como hidalgo de lanza en astillero frente a críticos facinerosos, pero la verdad me lo has puesto un poco difícil.firma
El libro me pareció salvable en un principio, me dio la impresión de que tenía estilo como de blog. Bueno de bloguera dengue a la que le ha dejado su novio y escribe veinte post de autoflagelación llorona con entradas cortas de desahogo, pero salvable. Me dije: esto por sí, no es malo, e intenté darle el pase, pensando que se puede fingir a propósito un tono naif y la cosa quedar apañada.
El problema llego cuando poco a poco los posts se fueron haciendo repetidos y cansinos, a veces irrisorios. El lenguaje se encasquillaba en un tono pánfilo-piji: o sea tía que mal rollo tía yo que me había pillado con el tío, tía la vida es una mierda tía…(dejamos a un lado lo de llamar a la tipa Fortunata Fortuna, que mandan güebos)… Lo peor de todo, es que conforme avanza la novela descubres que ese toque piji es más el estilo del libro, que el del propio personaje y entonces la cosa va cayendo irremisiblemente en el pozo de lo absurdo.
Es una novelita corta, muy corta, tan corta que en muchos momentos te da pinta de trabajo de 3º de la ESO, en el que se pone letra grande y muchos saltos de página para que parezca más larga. Pero claro también es un aliciente para continuar , el pensar que el libro se acabará enseguida
A la protagonista le puedes pillar cariño de tan bobalicona como es, yo se lo pillé, ahora bien identificarte con ella como me dijiste al firmar el libro, es raro raro raro…y es que la Nata es tan profunda como Lidia Lozano hablando de su manicura, y así es difícil identificarse con nadie. Por otra parte los amigos de la Fortunata son para patearlos a todos. Yo los veo, la verdad, más en la sección de gominas baratas del mercadona que echándose unos tiros y yendo a la mani como tú los pintas. (lo sé porque yo uso gomina barata del mercadona, lo de los tiros y las manis no entra, por ahora, en mi lista de vicios baratos.)
En algunos momentos le quieres dar un barnizado de actualidad, con la crisis laboral, las crisis de pareja, el ERE y las sesiones de sicologa a 60 euros en las que Nata quiere encontrar su yo interiorizado a través de polvos con follamigos y reuniones tuppersex de amigotas en época premenopausica…serán muy actuales pero yo, qué quieres que te diga, es que no me las termino de creer al grupico este. (Lo de poner una cita del sacrosanto extremoduro en referencia a esta pandilla de pavos que sepas que está penada con varios años de reclusión escuchando ininterrumpidamente el ave lucia de Sergio Dalma.)
con maraPero bueno Mara, habíamos quedado en que te iba a sacar la cara y sin embargo me he dejado llevar por mi pasión connatural cayendo en el despelleje cruel. También hay cosas en el libro que me gustan, a mi me gusta esa escapatoria de la obsesión enfermiza a través de los sueños, del vuelo, de la inventiva, de la recreación, cuando no invención de las historias que le pasan. Aunque a mi me haya costado sacarle cosas positivas, el libro yo creo que tendrá sus lectoras (¿he dicho as?).
Es bonito cuando cuentas que Nata deja volar la imaginación para compensar esas frases que le decía él, su ex, y que le persiguen por todo el libro; cuando mezcla su desilusión con sus ilusiones y cuando no es capaz de diferenciar si sus nuevas relaciones son verídicas o una consecuencias de sus ganas de volar.
Fortuna supera la frustración por el camino de los sueños y es verdad, que también pienso como el poeta argentino que para que una mujer me enamore debe saber volar y saber soñar. Es precisamente ese párrafo de Oliverio Girondo (no lo conocía de nada) lo que para mi, más sentido le ha dado  a tu novela,ya que de otra manera hubiera caído desplomada y sin remisión en la vulgaridad.
Lo siento Mara espero vernos a la firma de la siguiente, mientras tanto te conservo con devoción en mis recuerdos placenteros y en mi lista de presentadoras a las que sigo en mi correfotos de gente normal… pero para entrar en mi lista de escritores favoritos tendrás que ponerle un poquico más de emoción en la siguiente.
“No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue —y no otra— la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. ¡María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.”
PS-.Prestado el libro a la chica de la Consuelo, y yendo la antedicha por los tres cuartos del mismo ha declarado: Hombre, no está tan mal, es un  libro para leer en el autobús, pesa poco y como los capítulos son cortos es difícil quedarte a mitad de uno cuando llega la parada. (No sé a vosotros, pero a mi me ha parecido una critica mucho más cruel que la mía).
PS2-. Me he leído más del tal Girondo y me ha gustado, os pongo hipervinculos con algunos de sus poemas… ya me contareis que os parece.

domingo, 25 de noviembre de 2012

También me he leído 84, Charing Cross Road de Helene Hanff.

Hace unos días coincidiendo con las elecciones americanas, (no se si tendría que ver o sería una encomienda de Mr Obama para distraer la atención) recibí un correo de BIch invitándome a tomar parte al club de los gafotas más gafotas de la blogosfera llamado Club de lectura 2.0 es un espacio on line donde periódicamente se leen ladrillos de tamaño no inferior a las 800 páginas que luego comentan con su sabiduría minuciosa y contrastada según las visiones de cada uno. 84, Charing Cross Road
Esta vez en consideración a mi limitado desarrollo de magín decidieron coger un libro cortito adecuado a mis posibilidades, que yo me había leído hacía tiempo de una sentada y que ya habíamos comentado con BIch en off. Así que hice el siguiente post con la humildad del aspirante al gafotismo y la voluntad de quien quiere entrar en tan selecto grupo. Como Bich es de natural juguetona, me mando en seguida otro mail diciendo que mantuviéramos mi identidad en secreto unos días a ver cuantos de los gafotas me adivinaban. Ya le dije que sus coblogueros eran mu espabilaos y que me pillarían a la primera. Como así fue.
Después Di la divagante también hizo un post sobre el libro que me tuve que morder los dedos para no comentar ya que hubiera desvelado “el postero secreto” y ahora espero que la Dtra retome el debate en este blog que otrora visitaba con asiduidad y ahora me ha echado en el abandono como cantaba el bolero.
Lo dicho, aquí os dejo mi post…. y gracias a Niño Desgraciaito, Carmen, Bich y mi recienconocida Livia  por la invitación (…Anijol como no te dejan entrar haremos un blog tu y yo para comentar las peliculas de garci y que se chinchen que tampoco les dejaremos entrar)
PS-. Ya sé que os tengo un tanto dejados desde que estoy ordenándome de manera escondida pero tranquis que enseguida vuelvo.
Los libros de cartas siempre me han parecido una excusa para no construir un argumento lineal, recuerdo Nubosidad Variable de Martín Gaite, un libro que me gustó y sin embargo el falso estilo epistolar me pareció de lo más forzado (yo al menos jamás he escrito una carta así y mira que he escrito cartas). 84CCR sin embargo, consigue que las cartas sean y parezcan ser de verdad. ¿Esto perjudica el estilo?, pues seguro, pero es una novela epistolar que por fin parece realmente epistolar y no algo disfrazado de carta.
Pero empecemos por el principio: Helene es una petarda, la recordaba como una petarda y tras un rehojeo muy por encima para escribir este post me he convencido de que ciertamente es una petarda. Vale se nos gana el corazón con sus dádivas, vale demuestra ternura y generosidad…pero a mi me ha recordado esa gente gafotas que escribe un blog para contar sus frikeces porque no se las aguantan ni en su casa (me incluyo en la definición…hijo mío mas vale que tienes un blog porque si no ¿quien te soportaría esas idioteces de las que escribes?).
Uy Frank me has mandado la Biblia Vulgata pero es en chino mandarín y yo la quería en chino de Manchuria que falta de respeto, osea osea superosea… (no es textual pero como si lo fuera). ¿Qué esta tipa sea insufrible es lo importante? pues no….ya hemos comentado otras veces que el hecho de que el personaje te caiga mal, no conlleva que la novela sea mala (recuerdo el odioso Bascombe de Ford sin ir mas lejos y sin embargo el periodista deportivo lo recuerdo con agrado).
¿Es un libro raro? me parece que si, ¿Las cartas están en un estilo pulido y atrayente? realmente no. ¿Tiene un argumento que te haga devorar las páginas? tampoco. ¿Entonces…?
84 CCR es un libro que evoca…de hecho lo que más me gusta de él, es lo que no sale en el libro, lo que hace que pienses que ha sucedido entre una fecha y otra, la imaginación que te provoca imaginar los periodos que van de una carta a la siguiente…como cambian los personajes de año en año, imaginar que sucede en esa librería hasta que llega la carta de Helene, las relaciones del protagonista con sus compañeros, lo que pensará la familia de Frank en esa relación que supera lo aséptico y profesional para saltar a lo personal…ver como Helene se hace vieja acompañada de sus manías insoportables de toda la vida, como pierde y encuentra trabajos rodeada de libros, y como Londres se convierte en ese lugar imaginario que le han regalado los libros y no quiere que la realidad le estropee.
El libro da, en mi opinión, para muchos temas más pero no quiero usurpar casa ajena con mis elucubraciones noctámbulas: Por ejemplo ahora que los pedidos se hacen por un formulario frío de amazon qué queda de la relación personal con los libreros, ahora que ya no se escriben cartas…(bueno si que se escriben en forma de mail, pero la contestación llega en 3 minutos) donde queda la emoción de la espera y de la contestación …
No conocía el libro de nada, la autora ni me sonaba, pero un día compartiendo latrocinios literarios con Bichejo (coautora de este blog y de otras tropelías de las que soy fan) me lo recomendó en un cruce de mails. Me lo puse a leer por encima, de la manera más incómoda posible, es decir en la pantalla del ordenador (era mi etapa prekindle) y me atrapó para no dejarlo hasta acabar. Ayer recibí un mail de Bich que para mi sorpresa, me invitaba a hacer un post para este club de gafotas. Como podéis imaginar fue todo un honor para mi que solo soy aspirante a gafotas. Así que cumplo con los deberes y por primera vez en mi vida bloguera hago un post para otros con sumo gusto y encanto.
Lo dicho buenas noches, saludos cordiales y gracias a Bich y sus amigos por la invitación.
PS_: acostumbrados a los ladrillos de 700 paginas que se estilan en este blog, este libro creeríais que era un Tbo ¿no?

domingo, 4 de noviembre de 2012

Una semana sin desenlace.


Dejadme escribir intenso
en esta noche de domingo y vigilia, 
dejadme salir del tunel, 
dejadme olvidar esta semana 
de lecturas viejas
dejadme añorar tranquilo
silencios sin desenlace.

El martes me dolían los parpados y estaba tan cansado que no podía dormir. Entre sombras se me apareció Maria Iribarne dejando una carta sobre mi mesilla, no sé si os acordáis, esa carta en la que cuenta que vivir consiste en construir futuros recuerdos.
Cuando conocí a Maria, yo ejercía, por entonces, de amante a escondidas de una mujer de la que ahora tan solo recuerdo su manera de reír y sus besos húmedos. Su marido supo de lo nuestro y yo le recomendé,  mientras nos comíamos un cucurucho de limón, que siguiera con él y que olvidara esa idea peregrina de hacernos pareja oficial.
Una de las últimas veces que la llamé, andaba yo muy borracho viendo la ceremonia de inauguración de los juegos de Barcelona. Recuerdo ese día, no tanto por la figura del abanderado y los mocos de la infanta, sino porque estaba leyendo Tierra sin mar y como siempre que leía a Labordeta, me dejaba un poso de soledad de esos que solo se pueden rellenar con llamadas a ex novias y enviando cartas de amor a direcciones inventadas, como hacían los amigos de cass con las violetas.

El miércoles me cité con Maria Iribarne en el Café de la Granota, y le inquirí de manera vehemente a que me dijera por qué narices aparecía ahora en mi vida sin avisar  devolviéndome recuerdos en este futuro de ayer que ahora vivo.  Me pidió disculpas por ir y venir de mi vida como hacían la niña mala y el traductor. Me dijo también que no lo podía evitar, ya que hay personajes de libros, que como algunos polvos profundos y culpables, vagan por la memoria  y nunca acaban de dejarte del todo.

El jueves tuve que viajar a Barcelona por trabajo. Allí conocí al Sr Moncada y allí anduvimos negociando con un abogado de nombre Cañas, del que me dijeron que había sido defensor del Zarco, un viejo y afamado delincuente de Gerona que acabo sus días comido por la heroína. También me presentaron a una amiga del Sr Moncada con la que estuvimos cenando y que amablemente al terminar me llevo hasta el hotel.
Le invité a tomar la última pero acabamos tomando demasiados martinis con cocacola y algún porro. Acabamos muy borrachos y así las cosas nos fuimos haciendo confidencias de esas que te salen a 80 euros de psicólogo y que sin embargo se escuchan gratis llegadas determinadas horas de la madrugada. 
Yo le conté que me acababa de separar y que tenía este blog, y ella me dijo que trabajaba en una entidad financiera, que escribía en un blog simulando ser varias personas distintas, y que hacia un mes había decidido ponerle los cuernos a su marido por razones que no me quiso contar ni yo le pregunté.
Me dijo que le encantaba escuchar a un grupo de Zaragoza de los 80 del que no recordaba su nombre hasta que le aclaré que eran mas birras. Yo le dije que me gustaba escribir versos en catalán y leer a Margarit.
De repente nos callamos, quizá fue entonces cuando le escuché decirme al oído los versos del poeta: com m'estimo aquest profund silenci, quan tot resta suspès però tranquil i sense desitjar cap desenllaç. 
Los dos nos mentimos.